viernes, 9 de julio de 2010

COLOMBIA

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Esto no le pasó a otro, me pasó a mí. No hubiera sido testigo de haber salido de mi casa un minuto antes o un minuto después.

Vivo sobre una avenida muy transitada tanto por personas como por vehículos sobre todo a las 7 de la tarde de un jueves previo a un feriado. Hay dos supermercados en menos de 100 metros y muchos otros comercios, cafés, pizzerías etc. Y como detalle aún más pintoresco, la residencia de la presidenta está a dos cuadras sobre la misma calle.

Crucé Maipú rumbo al gimnasio que, acorde a mi teoría de actividades y cercanías, no está a más de setenta metros de mi casa. Ya en la otra vereda miro en dirección a la calzada y veo que entre los autos que estaban detenidos esperando la luz verde un motociclista se bajaba de la moto y le apuntaba con un revólver a un Audi gris que también estaba esperando el giro para doblar sobre la izquierda. A juzgar por la situación no se trataba de un robo pues el hombre estaba a un metro del auto y su actitud era claramente desafiante, sostenía el arma con ambas manos. Imaginé un ajuste de cuentas o algo así.

Fiel a mi pensamiento ingenuo me dije que estarían rodando una película pero al instante descubrí que no había cámaras que filmaran y que la luz que iluminaba la escena era sólo la del crepúsculo.

En la siguiente fracción de segundo ocurrieron tres cosas:

a) Mi natural curiosidad trocó en “sálvese quién pueda” y, junto a otras 5 ó 6 personas tan azoradas como yo, entré en un maxikiosco a protegerme. Ya el motociclista y el auto habían desaparecido de mi campo visual cuando escuché los tres tiros.
b) Comprobé algo que ya había leído en un libro que recomiendo –Blink, inteligencia intuitiva de Malcom Gladwell–. Dice sobre las situaciones de peligro: “… La mayoría de nosotros, cuando estamos sometidos a una presión intensa, nos excitamos demasiado y, superado cierto punto, son tantas las fuentes de información que el cuerpo empieza a desconectarse y nos convertimos en unos inútiles…”. Pude comprobarlo porque le dije a la chica del kiosco: “Llamá a la policía” y juro que no me venía a la cabeza el mentado 911. Aparecían en mi mente distintas combinaciones de tres números pero ninguna correcta.
c) Estaba bien abrigada pero en ese momento fui consciente de mi condición animal: tenía el cuero cabelludo y la piel de la espalda totalmente erizados, como los gatos que se inflan en situaciones de stress para infundir temor en su atacante.

El semáforo dio luz verde y todo se desvaneció en el aire. Los tiros no causaron efectos visibles, ya porque fueron disuasivos o porque el auto estuviera quizás blindado. Para cuando salimos de nuevo a la vereda no quedaban rastros de la experiencia vivida. De no ser porque otros habían visto y oído lo mismo que yo y toda la cuadra comentaba el asunto bien podría haberse tratado de una alucinación.

Tanto la capital como el gran Buenos Aires están plagados de hechos violentos, todos tenemos una historia cercana de robos, hurtos, secuestros, etc pero nunca me había tocado tan de cerca y, sobre todo, que el hecho en cuestión se pareciera más a lo que uno escucha sobre Colombia y la guerra entre carteles. ¿Será que indefectiblemente nuestro destino es ser Colombia?

Safecreative : Código: 1007096789658

1 comentario:

Malinata dijo...

Mi estimada Rosario:
Hace ya tantos años que pasé por un acto muy parecido al que detallas y desde ese entonces se hablaba de la Colombización (o será Colombinació?), de México que a últimas fechas ya no se.
El punto es que al menos aquí en México, tenemos varios panoramas. Mientras por un lado escuchamos muertos, ajusticiados, ajustes de cuentas, tiroteos incluso en contra de civiles, la capital es otro país dentro del mismo país.
Hace mucho que no soy testigo ni de un robo, ni de un ajuste de cuentas y mucho menos de un asalto a mano armada.
Solo un secuestro de una persona muy cercana pero al parecer todo con un origen pasional y no delictivo, así es que qué tan cerca estamos de Colombia? No lo se, pero por lo pronto el Distrito Federal está tranquilo.
Saludos y veo que el texto ya es antiguo, así es que supongo que ya estás repuesta del hecho. ;)