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Sólo
“Ña” leyeron sus amigos en el estado de Facebook de un tal Jhon. Sólo “Ña” a
las 2:47 AM de un día cercano a la
Navidad.
El
tal Jhon era un joven colombiano, padre soltero de dos niños más avispados que
él, afecto al metal, a la computación y a las mujeres. En sus ratos libres escribía cuentos de amor
para la dama siempre equivocada.
Sólo
“Ña” leyeron los amigos perplejos de Jhon
en un día cercano a la Navidad
y le respondieron de todas las maneras
posibles (reproduzco sólo aquellas no reñidas con el buen gusto):
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“Aleja el teléfono de la bebida”
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“No entiendo este reproche”
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“Basta de sustancias de mala calidad”
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“Loco”
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“Buuuuuhhhh!!!”
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“Sea lo que fuere lo que estás aspirando te pega mal”
Cuando
Jhon se despertó a la mañana siguiente arrastró sus pies enfundados en
pantuflas de conejito hasta la cocina, se preparó un café negro y encendió su
computadora.
La
sorpresa le llenó los ojos. No podía dar crédito a lo que veía porque no
recordaba haber estado despierto a las 2:47 AM y mucho menos haber escrito
semejante mensaje incomprensible.
“¡¡¡Me
hackeraon la cuenta!!! “, gritó con furia.
Sus
dedos se movieron rápidamente sobre el teclado en una complicada secuencia de
teclas (ya he dicho que era experto en computación) que abrían y cerraban
ventanas repletas de códigos inescrutables. Después del sesudo trabajo
determinó que todos sus antivirus, cortafuegos, repelentes de gusanos y
troyanos funcionaban perfectamente y que su computadora era aún virgen de
hackers.
Respiró
con alivio pero en instantes su preocupación volvió. “Debo ser sonámbulo, ¿Qué
habré querido decir?, ¿Habré soñado que escribía una frase en mi estado?
¿Estaré desvariando? ¿Será esto envejecer?
No
tuvo respuestas así que luego de leer todas las bromas de sus amigos respondió
por escrito lo que creyó la verdad.
“Debo
ser sonámbulo, no tengo ningún recuerdo de haber escrito ni “Ña” ni nada porque
a esa hora estaba durmiendo como un bendito”.
De
más está decir que muchos de sus amigos forajidos no creyeron ni una palabra y
volvieron al ataque con bromas más pesadas que las primeras (ninguna es
reproducible).
Hoy
en día Jhon recordado como uno de los mártires de la Segunda Venida.
***
Mucho
tiempo después (centurias, me animo a decir) hemos podido reconstruir lo que en
verdad pasó.
Nuestros
ancestros, quienes iniciaron la resistencia, lograron dilucidar, todavía con
algunos interrogantes, qué fue de la humanidad del lejano fin de 2014. Los
pocos sobrevivientes al ataque invasor (veganos en su gran mayoría, y el por
qué de ese detalle es todavía un misterio) lograron sobrevivir en cuevas y
túneles, recabaron información oral, recuperaron viejas computadoras y
teléfonos celulares antiquísimos. Con
esos indicios lo que sigue a continuación es lo que puede leerse en nuestra
Nueva Historia.
“… En cada ciudad del mundo de más de
diez mil habitantes un joven de similares características a las del querido
mártir Jhon pudo verificar que una palabra “Ña” sin sentido alguno para ellos, se había escrito -sin explicación que no fuera
el sonambulismo o la ebriedad- en sus
respectivos estados de una red social conocida como Facebook. Hombres de todo
el mundo, de diferentes culturas,
religiones, idiomas, etnias, clases sociales y afinidades políticas se vieron envueltos
en las mismas circunstancias. Días antes todos ellos habían sentido la compulsión
de tomar una foto del centro neurálgico de su pueblo o ciudad y subirla como
portada a su sitio de Facebook; en todas
ella figuraba la misma fecha 24/12/2014 0:00hs
Nadie supo pudo o quiso conectar los
hechos. Es más, hubo algunos comentarios sobre un posible señuelo de la propia
red social con el objetivo de medir tal o cual parámetro sociológico. Nadie le
dio importancia, la época festiva volvía medio estúpida a la gente.
Lo cierto es que el 24 de diciembre de
ese año a las doce de la noche mientras todos brindaban y los fuegos
artificiales quebraban la noche de paz el ataque masivo de la Segunda Venida destruyó casi
todo lo que tenía vida en el planeta. Sólo alguno humanos se salvaron, en su
mayoría veganos, nadie sabe bien por qué pero se arriegan teorías sobre que
podrían ser los negadores del Cordero en alusión al antiguo dios nacido un 24
de diciembre muchos siglos atrás y en cuyo honor se celebraba esa fecha cada
año; pero de eso no hay pruebas (…).
Los humanos remantes no tienen contacto
alguno con los invasores, viven huyendo por una red de túneles que
interconectan todos los rincones de la Tierra. Los usurpadores del planeta son taimados
y vengativos, crueles y rastreros…malos. Rápidos como ei pensamiento -que pueden leer y
manipular sin problemas- destruyen todo a su paso, no se dejan ver… dicen que
son menudos, amarillos y de ojos
rasgados. Después de muchos intentos por comprender sus hábitos y decodificar
su idioma sólo una cosa se sabe con certeza: “Ña” quiere decir OK”.
Dedicado a Jhon Barcasnegras quien suele escribir Ña sin motivo alguno en su perfil de Facebook