miércoles, 17 de marzo de 2010

BUENOS AIRES EN VERDE

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SE CELEBRÓ EN BUENOS AIRES LA FESTIVIDAD DE SAN PATRICIO


Sin desmanes se llevó a cabo la tradicional fiesta del patrono de Irlanda en los pubs del microcentro.

La noche pasada vistió de verde la zona del microcentro porteño de los alrededores de Retiro. Se celebró en Buenos Aires la ya tradicional fiesta de San Patricio. Las plegarias y las velas ofrecidas comúnmente al santo se cambiaron por música y cerveza.

A pie, al caer la noche, y como la redacción del diario queda muy cerca, me dirigí a Reconquista y Marcelo T. de Alvear, el corazón porteño de San Patricio.
En el camino, saliendo de las oficinas, se iban sumando nuevos peregrinos a mi procesión mínima, que me acompañarían hasta el santuario.

El 17 de marzo es el día de San Patricio, patrono de Irlanda. Desde fines de los años ’90, Buenos Aires festeja este día. No es porque la colectividad irlandesa sea muy significativa ni porque seamos un pueblo muy religioso, la razón es otra. Los porteños de esta zona comercial, tienen sus templos en los diez Irish Pubs que se desperdigan en el lugar y esperan la noche de ese día para encontrarse, divertirse, cantar, bailar y beber litros de cerveza entre amigos.

El año pasado se congregaron cerca de 50000 personas, que bebieron más de 70000 litros de cerveza. Este año se dobló la apuesta a juzgar por la ornamentación de los bares: puro verde, el color de Irlanda y a las promociones ofrecidas. En la mayoría de los bares cobraban una entrada de 25 pesos que incluía una cerveza y una remera.

Diego Volpe, manager de Puerto Pirata, un pub irlandés ubicado en Reconquista y Marcelo T. de Alvear dijo: “Esperamos más gente que el año pasado, recién son las nueve de la noche y ya no hay lugar. El año pasado vendimos diez mil litros de cerveza, pero creo que este año superaremos esa cifra.”

Reparé en que esta festividad importada nos trae, además de las cervezas de todos los colores, elementos típicos de Irlanda como el trébol. Se dice que San Patricio representaba a la Santísima Trinidad con él.

Otra elemento importante de la noche, son las mozas disfrazadas de duendes quienes llevan sobre sus cabezas -tocadas con gorros de cascabeles-, las bandejas cargadas de vasos de distintos tamaños llenos de cerveza espumosa y helada.

Alejandra, un duendecito rubio me confió: “Hoy hacemos buena propina, porque los clientes quieren que los atendamos primero y la cerveza o San Patricio los pone generosos.”

La temperatura agradable invitaba a recorrer las calles inundadas de música celta que se mezclaba con las risotadas de la gente. En una esquina un legítimo irlandés celebraba a su patrono tocando una melodía en su flautín.


Para evitar desmanes –esperables dadas las circunstancias- la policía patrullaba las calles. El comisario Ferrer indicó: “el operativo incluye doscientos uniformados y otros doscientos agentes de la guardia urbana”.

Con la luna alta, el exceso de cerveza me puso en un taxi que me depositó, minutos más tarde, en mi departamento de San Telmo.

No sé si habrá sido un milagro de San Patricio o qué, pero esta mañana encontré en el bolsillo del saco un trébol de verdad.


SAFECREATIVE: Código: 1003185769808

Enviado a Perras negras el 5 de diciembre de 2006. Consigna 43 Crónica. Menos de 800 palabras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El día de algún santo es así,todos esperan hacerse un mango a través de él.
Es tanta la devoción al santo que hasta pasan pequeños e inesperados milagros.
Muy lindo el relato.!!!!

Rosario Collico dijo...

Gracias anónimo por leer y comentar.